El pasado 28 de enero Sala Rekalde reabrió sus puertas con unas instalaciones mejoradas y con un enfoque renovado hacia la mediación y la educación artística. Un cambio que comienza con la nueva entrada por la calle Iparraguirre y que conecta a Sala Rekalde con otras instituciones culturales de la ciudad. Hemos hablado con Alicia Fernández, directora del centro, sobre los principales retos de esta nueva etapa.
La renovada Sala Rekalde es fruto de un largo proceso de reflexión realizado con diferentes agentes vinculados al ámbito de la cultura. ¿Cuáles han sido las claves?
Aprovechando la apertura del nuevo acceso por la calle Iparragirre 21, entre 2022 y 2024, se puso en marcha el Proceso Atea, un proceso de escucha estratégico dinamizado que ha servido para alimentar el rumbo del proyecto. Con el objetivo de afrontar nuevos retos, Sala Rekalde reivindica su lugar como espacio público para el disfrute y aprendizaje a través de las prácticas artísticas contemporáneas.
Habéis querido dotar al centro de un enfoque más dirigido a la mediación y a la educación artística. ¿Por qué? ¿Cómo se materializa?
La mediación ha sido y es la columna y el eje vertebral que sostiene Sala Rekalde, con el propósito firme de acercar las prácticas artísticas contemporáneas a la sociedad. Sala Rekalde tiene vocación educativa, promueve y fomenta el conocimiento y la vivencia del arte. Todas nuestras acciones, actividades, talleres, encuentros etc. están destinadas a lograr experiencias didácticas positivas con los públicos.
¿Qué tipo de herramientas pedagógicas y de mediación ofrece Sala Rekalde para acercar el arte contemporáneo a públicos diversos?
Buscamos herramientas que permitan a las personas desarrollar un criterio propio para disfrutar de las expresiones artísticas contemporáneas. Tenemos una amplia oferta de visitas comentadas, talleres y encuentros con artistas y con los agentes protagonistas de las exposiciones, programas específicos que atienden a los intereses y necesidades de colectivos diversos y actividades codiseñadas con los responsables de los grupos participantes.
"Cancha Libre" para jóvenes, "Arte y Memoria" para mayores de 60 años o "Laino Artean" que parte de la experimentación con el arte y la tecnología son algunos ejemplos del programa público de actividades que también incluyen a la familia. Para la comunidad escolar (desde educación infantil hasta bachillerato) se diseñan recorridos por las exposiciones y a partir de este año pondremos en marcha un nuevo material didáctico dirigido al profesorado de primaria para poder trabajar la propuesta expositiva en el aula.
Colaboramos con asociaciones, artistas y entidades académicas para elaborar proyectos a largo plazo, que permitan procesos de participación activa en propuestas de creación artística.
¿Cómo han quedado distribuidas las instalaciones? ¿Qué nuevas posibilidades ofrecen?
La nueva entrada supone un importante cambio de sentido, porque le hemos dado la vuelta a la sala y, de este modo, se refuerza el posicionamiento y conexión de Rekalde con otras instituciones culturales: Museo de Bellas Artes, Guggenheim y Azkuna Zentroa, BilbaoArte, todas ellas son los pilares activos de la oferta cultural de Bilbao y Bizkaia, con las que siempre colaboramos estrechamente.
¿La sala fortalece así su papel como plataforma de difusión del arte contemporáneo vasco?
Si, pero siempre desde la proximidad y la mediación cultural y, en concreto, la artística. Como un proceso que va más allá de una simple traducción de las propuestas plásticas al público general. Porque la mediación cultural es un concepto que engloba un gran espectro de intervenciones y relaciones que se producen entre las obras y los públicos.
Desde el punto de vista de las instituciones culturales la mediación artística se convierte en una herramienta clave en el fomento de la democracia cultural: busca favorecer el acceso real a las artes y a la cultura para fomentar la participación de la ciudadanía en la sociedad y en los debates contemporáneos.
¿Será también un lugar de despegue para la escena más emergente?
En la historia de Rekalde lo novel y emergente ha tenido siempre su escaparate y ahora su presencia se mantiene a través del programa "barriek", que muestra una selección de los creadores que han disfrutado de las becas de creación artística de Diputación Foral de Bizkaia. Son exposiciones site projects que aportan dinamismo a la sala y generan actividades paralelas más experimentales.
Acabáis de inaugurar una exposición de Juan Carlos Eguillor, que se extenderá hasta el 28 de septiembre. ¿Cómo es la muestra?
La exposición ofrece por primera vez un amplio y extenso panorama de la obra de Juan Carlos Eguillor (1947-2011). Es una ocasión única, irrepetible y excepcional, en reconocimiento y homenaje a este creador polifacético. Además, contamos con la curaduría de Garikoitz Fraga Angoitia, que ha realizado un trabajo exhaustivo de investigación, selección y recuperación de sus obras durante seis años.
Titulada "Laberinto", el recorrido está ordenado por sus temas habituales, desde lo más conocido y popular (con sus famosos personajes: Mari Aguirre, Miss Martiartu y Abuelita, entre otros) hasta las creaciones más desconocidas y privadas.
Era necesaria esta revisión y recuperación de un artista como Juan Carlos Eguillor que fue dibujante de cómics, humorista gráfico, cartelista, ilustrador de libros, revistas y periódicos, escritor de cuentos infantiles, guionista de cine y televisión, escenógrafo, pionero del videoarte y del arte informático.
¿Qué más habéis preparado para estos próximos meses?
En octubre retomaremos "barriek" con artistas emergentes, después llegará la primera revisión de la obra de la pintora Rut Olabarri (Getxo, 1963) y, a continuación, mostraremos una amplia retrospectiva del fotógrafo Nicholas Nixon (Detroit, 1947), con un recorrido cronológico por sus series más importantes, incluyendo también el conocido grupo de las Hermanas Brown que ha desarrollado a lo largo de más cuarenta años.
Y de cara al futuro, ¿qué retos os planteáis como espacio de encuentro, reflexión y aprendizaje en torno al arte contemporáneo?
En esta nueva etapa Sala Rekalde refuerza la conversación, el disfrute, la reflexión, la participación, la opinión, el estudio y el análisis, con el fin de trabajar para acercar a todo tipo de públicos al arte contemporáneo. Para que los públicos conozcan y, sobre todo, reconozcan las nuevas tendencias y caminos de la sociedad actual, planteando un espacio de pensamiento y espíritu crítico, un espacio transformador desde el arte y la cultura. Rekalde se convierte así en un "lugar" imprescindible para participar en el futuro que Paul Valery veía inquietante y problemático, por su incertidumbre, y que desde Rekalde adivinamos ilusionante.
(Especial publicado el 5 de marzo de 2025)