Musika Bulegoa ha cumplido diez años. Tras estar inmerso en un profundo proceso de cambio en los últimos tiempos, está preparada para apoyar mejor al sector musical de Euskal Herria en su día a día. La nueva imagen corporativa que acaba de presentar refleja este cambio. Hemos charlado con Iker Durana, gerente de Musika Bulegoa, sobre el camino recorrido hasta ahora y sobre los retos de futuro.
¿Qué es Musika Bulegoa? ¿Cómo surgió? ¿Con qué objetivos?
Musika Bulegoa nació hace diez años, tras un largo proceso, como un proyecto estratégico de colaboración entre los sectores de promoción y mejora de la actividad musical de Euskal Herria. Nace de la mano de cuatro asociaciones: Musikagileak (Euskal Herriko Musikagileen Elkartea), Musikari (Euskal Herriko Musikarien Elkartea), Kultura Live (Asociación de Salas de Música de Euskal Herria) y MIE (Musika Industriaren Elkartea, que agrupa a un gran número de empresas del sector).
Fue un proyecto bastante innovador, ya que en el mundo no hay entidades como Musika Bulegoa; hay otras similares, pero, al contrario de Musika Bulegoa, no aúnan todo el sector de la música.
En estos diez años, como es natural, hemos ido adaptando algunas cuestiones, y en 2022 la asociación inició un plan estratégico. Finalizó a principios del año pasado, y quedó claro cuál es la función de Musika Bulegoa: poner en valor y potenciar la presencia de la música creada y producida en Euskal Herria. Se definieron cuatro objetivos: en primer lugar, la promoción y mejora de la música de Euskal Herria, basándose en su diversidad, calidad y profesionalidad; en segundo lugar, la difusión y apoyo a la creación, producción y promoción de la música; en tercer lugar, el fomento del conocimiento, la formación y la sensibilización musical; y, con todo ello, el refuerzo de la presencia de la música en euskera.
Musika Bulegoa, que mantiene una estrecha relación con el Gobierno Vasco, es uno de los proyectos estratégicos del plan Kultura Auzolanean, y estamos satisfechos con el recorrido realizado hasta la fecha.
¿Cuál ha sido la evolución de Musika Bulegoa durante estos años?
No ha sido un recorrido sencillo. Por un lado, porque fue un proyecto innovador en su día, como ya he mencionado, y, por otro, porque para su puesta en marcha se juntaron cuatro asociaciones con diferentes intereses y necesidades. Por lo tanto, ha habido que buscar un equilibrio, y, para ello, ha habido muchos debates y reflexiones, que siguen existiendo y que seguirán existiendo. Pero creo que después de diez años la entidad está fuerte y su oferta y organización van en la dirección adecuada.
Aunque ha sido un proceso difícil, en parte, también ha sido enriquecedor, porque se ha producido un crecimiento, hemos aprendido todos juntos y en el futuro también seguiremos aprendiendo juntos.
¿Cuáles han sido los principales retos para Musika Bulegoa estos diez primeros años? ¿Y cuáles son los del futuro?
Quizá en estos diez años nos hemos centrado sobre todo en la propia entidad, pero desde el año pasado nuestro principal reto es situar al sector en el centro, estar más cerca de él y que tenga claro qué es Musika Bulegoa. El fundamento de Musika Bulegoa es ser un instrumento que ayude al sector en su actividad diaria.
Para ello, hemos cambiado todo: sistema, equipo de trabajo y organización. Estamos trabajando y esperamos que este nuevo camino sea eficaz y acompañe al sector. Claro que se necesita algo de paciencia; cuesta hacer cambios.
A lo largo de estos años se han producido todo tipo de sucesos, incluyendo una pandemia. ¿Cuáles han sido los hitos más significativos para la asociación y para el sector de la música vasca?
La pandemia marcó un antes y un después, sobre todo de cara al exterior, y creo que el sector respondió bastante bien a la situación. Fueron momentos muy difíciles, pero, vista la evolución de los años siguientes, está claro que el sector se adaptó rápidamente a la nueva situación, y creo que ahí Musika Bulegoa sirvió de ayuda al sector, sobre todo al principio de la pandemia.
Pero con anterioridad, en el 2019, se produjo otro hito: durante los cuatro primeros años una secretaría técnica se encargó de la gestión de Musika Bulegoa, pero en el 2019 las cuatro asociaciones a las que he hecho referencia anteriormente se encargaron ellas mismas de esa gestión, con sus propios recursos. Entonces, su personal pasó a ser personal de Musika Bulegoa. Diría que entonces las asociaciones se empoderaron de alguna manera.
Y luego vino el nuevo plan estratégico. El año pasado hubo cambios en el grupo de trabajo, una reflexión en la propia asociación, y el rumbo quedó bien definido, para afrontar el reto de poner al sector en el centro. Ahora vamos a empezar a llevarlo a la práctica.
¿Cómo ha contribuido Musika Bulegoa estos años al desarrollo y profesionalización del sector musical vasco?
Nosotros siempre hemos hecho labores de mediación. Como tenemos un canal directo con el sector, sabemos cuáles son sus necesidades; somos nosotros los que les damos cuenta de ello a las instituciones públicas, y, en la medida de lo posible, tratamos de estar presentes en su día a día. No siempre está en nuestras manos, pero nos esforzamos. Para eso es Musika Bulegoa, para realizar estas labores de mediación. En este sentido, creo que hemos hecho nuestra pequeña aportación.
Por otro lado, también apoyamos al sector con nuestra amplia oferta. Realizamos encuentros profesionales, prestamos asesoramiento a artistas... Además, les ofrecemos nuevas oportunidades en la difusión exterior, especialmente en las ferias: showcases, asociación de empresas de aquí con empresas de otros países, generación de negocios... Teniendo en cuenta que nuestra influencia es limitada, ponemos nuestro granito de arena.
Desde hace nueve años concedéis los premios Musika Bulegoa. ¿Con qué fin? ¿Qué evolución han tenido?
Los premios Musika Bulegoa pretenden ser, por un lado, un lugar de encuentro y celebración para el sector y, por otro, un escaparate y un reconocimiento para los proyectos creativos del año anterior. En este sentido, nuestros premios son algo diferentes, ya que no hay ninguna categoría.
Este año hemos recibido 160 propuestas, y en todos estos años han sido más de 1.200. Es una bonita cantidad. Permite a los y las creadoras presentar sus proyectos y así lograr una mayor repercusión, y, de paso, se reconoce su trabajo.
A principios de año, desde Musika Bulegoa solicitasteis a diferentes agentes del ámbito musical que reflexionaran sobre la salud y el futuro del sector, y, a la vista de sus respuestas, parece que la situación en general es buena. ¿Qué dicen los datos? ¿Cuál es la situación del sector?
Dentro del sector tenemos muchos grupos, y la situación de cada uno de ellos es diferente. Si atendemos a la venta de entradas y al número de conciertos, lo cierto es que el año pasado fue bueno, posiblemente el mejor hasta ahora. No hay más que ver qué macroconciertos hemos tenido y qué respuesta han tenido. Por ejemplo, los de ZETAK. Y ahora vienen los de ETS. Eso es una alegría, y, en ese sentido, parece que vamos bien, pero no debemos olvidar que todavía tenemos grandes retos. La situación de los músicos y de las músicas es, en general, bastante mala: no es mucha gente la que puede vivir solo de la música. Debemos seguir trabajando en ese ámbito.
Por otro lado, desde el punto de vista del género, existe un gran desequilibrio entre las condiciones de mujeres y hombres. Ahí también hay mucho por hacer.
En cuanto a la música contemporánea, podemos decir que el interés por este tipo de música es cada vez mayor, como lo demuestra el número de personas usuarias que han participado al menos en diferentes iniciativas y la estabilidad de los ciclos. Sin embargo, es importante subrayar que esta realidad es posible gracias al apoyo institucional y a la existencia de una potente red de colaboración entre diferentes instituciones culturales.
También hablamos muchas veces de macrofestivales, porque atraen a mucha gente, pero aquí quienes programan todas las semanas y trabajan como escaparate para los creadores y las creadoras son las salas. El año anterior fue bastante bueno para algunas salas, pero si observamos la evolución de los últimos años, vemos claramente que la situación de las salas es difícil, muy difícil. Muchas han cerrado. En San Sebastián, por ejemplo, hace unos años teníamos entre dos y tres salas; ahora solo queda Dabadaba, y eso en una ciudad. Es significativo.
Creo que tenemos que seguir trabajando para dar respuesta a todos estos retos; pero, por supuesto, también hay que destacar los buenos datos.
¿Qué oportunidades existen para la difusión internacional de la música vasca en un futuro próximo?
Desde Musika Bulegoa trabajamos la difusión exterior, participando en diferentes ferias con músicos y músicas y empresas de Euskal Herria, y hemos visto que surgen oportunidades en esas ferias. El año pasado, por ejemplo, en los Países Bajos, en la feria Eurosonic, primera feria del año a nivel europeo, tocó un grupo de Euskal Herria, Divorce From New York, bajo la marca Basque Music (Musika Bulegoa realiza, junto con el Gobierno Vasco y el Instituto Vasco Etxepare, la difusión externa con esa marca). Según hemos podido saber, tras el showcase realizado en aquella feria, este grupo consiguió seis conciertos en Europa.
Por lo tanto, sí hay posibilidades, pero nos gustaría que las ferias tuvieran una mayor presencia de músicos y músicas de Euskal Herria. Lo que tenemos claro es que el idioma no debe ser en absoluto un obstáculo para ello. Ya hay grupos y solistas que cantando en euskera han salido fuera y han tenido éxito: Berri Txarrak, Fermin Muguruza, Izaro (aunque Izaro canta en diferentes idiomas)... Creo que los músicos y las músicas también tienen que apostar por ello. Está muy bien tocar en Euskal Herria, y es normal que se limiten principalmente a nuestro país, pero deben saber que también pueden mirar al exterior en algunos casos. Creo que en los últimos años poco a poco la evolución va mejorando.
También proponemos estancias y encuentros artísticos. En la feria BIME Bogotá, Izaro estuvo con una artista de allí. De estos encuentros también surgen colaboraciones. Hemos empezado a profundizar en esta línea de trabajo, y hemos visto que han tenido éxito. Por tanto, en la medida de lo posible, intentaremos seguir haciendo este tipo de cosas en el futuro.
Este año Musika Bulegoa ha cumplido diez años. ¿Qué importancia os merece este aniversario?
Diez años no se cumplen todos los días. Teniendo en cuenta las dificultades a las que me he referido al principio, es una satisfacción haber llegado hasta aquí. Han sido muchos los eslabones del sector que han trabajado para eso. Ha sido difícil, y todavía queda mucho trabajo por hacer, pero nos parece que Musika Bulegoa está firme. Agrupa a todo el sector, y en este momento representa a más de 550 socios y socias. Es una buena señal.
Hemos estado diez años muy centrados en Musika Bulegoa, pero en este momento tenemos claro cuál es nuestro rumbo. Ahora debemos tender puentes con el resto de agentes, asociaciones... Los retos de los próximos años están relacionados con eso.
¿Qué tenéis ahora entre manos? ¿Qué nuevos proyectos tenéis previstos?
Este año nos presentamos con un gran proyecto: los encuentros MUST PRO. El objetivo del proyecto es dotar de conocimientos, herramientas y habilidades que permitan aumentar la profesionalización de la industria del sector musical de Euskal Herria. Nace con vocación de ser un punto de encuentro de referencia del sector musical de Euskal Herria. Este año está previsto que se realice en septiembre, y tendrá carácter itinerante. Será el encuentro del sector musical de Euskal Herria, y en él se trabajarán numerosos contenidos, con el fin de afrontar los retos del sector. A medio plazo debería ser uno de nuestros proyectos estratégicos, al igual que los premios Musika Bulegoa. Eso nos va a dar mucho trabajo.
Por otro lado, estamos elaborando una exposición itinerante que recoja la presencia que ha tenido el euskera en la música y que genere una reflexión al respecto. Queremos poner en valor y socializar el papel que ha tenido el euskera en la música. Esperamos que para finales de año este expuesta. Será itinerante, y nos gustaría poder exponerla en todas las capitales. Para ello, estamos hablando con los ayuntamientos, y, en ese contexto, también organizaremos actividades complementarias.
Seguiremos, por supuesto, con el resto de actividades: los premios Musika Bulegoa, la formación, el asesoramiento, la difusión externa, la creatividad, las estancias artísticas...
Recientemente habéis presentado la nueva imagen corporativa y la nueva web. ¿Qué queréis transmitir con estos cambios?
Sin duda, el inicio de un nuevo tiempo. La situación de la organización es muy diferente a la de hace diez años, y en este momento nuestros retos son que el sector nos conozca mejor y que nosotros estemos más cerca de él. Creo que los cambios que hemos hecho en la web y en la imagen pueden ayudar en eso, es decir, a dar otra imagen: hemos cambiado el mensaje y estamos cambiando nuestra oferta y formas de hacer. A partir de ahora tendremos una mayor relación con el sector. Eso no quiere decir que hasta ahora no hayamos tenido contacto, sino que queremos profundizar más en esa relación, y creemos que la nueva imagen refleja bien este cambio.
(Especial publicado el 10 de febrero de 2025)