El compositor zarauztarra Angel Illarramendi estrenó ayer la pieza ‘Obertura Zarautz’ junto a la Orquesta Sinfonica de Bilbao en el Palacio Euskalduna
Ángel Illarramendi (Zarautz, 1958), compositor de numerosas bandas sonoras de películas de directores como Montxo Armendáriz, Elías Querejeta o Pedro Olea, asegura que dedica la “misma energía” a escribir para el séptimo arte que a componer sus propias sinfonías. Ayer, Illarramendi estrenó en Bilbao la pieza Obertura Zarautz de la mano de la BOS, a la que dirige el maestro Nabil Shehata y que tiene como solista invitado al pianista getxotarra Miguel Ituarte. Esta tarde, a las 19.30 horas, volverá a sonar en el Palacio Eukalduna en la segunda cita del estreno.
Estreno absoluto en el Palacio Euskalduna, ¿tuvo nervios o con los años ha ganado en tranquilidad?
Cuando estrenas una obra, siempre estás nervioso, pero esta vez desaparecieron los nervios. No conocía al director Nabil Shehata, pero es un hombre fantástico y me he entendido muy bien con él. Por otro lado, la Orquesta Sinfónica de Bilbao está en un momento buenísimo, me he quedado muy gratamente sorprendido, suena realmente bien. Una orquesta se tiene que sentir segura con el director, y Sehata es un tipo elegante que les marca muy bien y que ha entendido la obra.
Asegura que la inspiración le tiene que pillar receptivo, ¿cuándo y en qué se inspiró para ‘Obertura Zarautz’?
No solo los artistas tenemos que estar siempre receptivos, debemos estarlo todos los humanos. La creatividad es como cuando uno va abriendo caminos: cuando abres uno, se abren varios. Esta composición es un encargo del ayuntamiento de Zarautz del año 2002. Me supuso una gran responsabilidad porque yo soy de Zarautz, y no podía hacer cualquier pendejada. Tenía muy presentes los conceptos básicos que debía tener esta pieza: debía ser una obra con un sabor vasco y también ser alegre. Me apetecía mucho hacer algo rítmico y vital.