Cobre. Tan presente y tan desconocido. Tan importante y sin embargo tan discreto. Un metal sin aspavientos, que vive a la sombra del oro cuando nada tiene que envidiarle. El cobre que nos gusta. Que nos sorprende. El que imanta nuestra atención. El que guía con eficacia y precisión la corriente y el calor. Moldeable. De reciclaje ilimitado. Comprometido. Femenino. A menudo mágico. Curativo. Presente en alimentos, monedas, nuevas tecnologías... El prehistórico que ha sabido adaptarse como nadie al paso del tiempo. El cobre inspirador, el conductor de nuestro espectáculo.
Kobr3 gira y hace girar a los espectadores en torno al cobre. Sobre el escenario, tres artistas combinan técnicas de malabares, manipulación de objetos, rueda Cyr, verticales y movimientos acompasados. Estética, plasticidad. Complicidad, armonía. Circo contemporáneo en cuidadas coreografías. Partes y más partes de un todo cocinado a fuego lento y que se paladea con placentera celeridad.
Ficha