Manuel Olaizola, Uztapide, nació en Zestoa. Fernando Aire, Xalbador, en Urepele. A iniciativa de los ayuntamientos de Zestoa y Urepele, y con motivo del hermanamiento de ambos pueblos, Pako Aristi ha escrito la emocionante historia de la amistad entre los dos bertsolaris, analizando una rica bibliografía, recogiendo testimonios de numerosas personas e insertando versos en la narración. El libro Uztapide eta Xalbador. Bi adiskide mugaz gaindi ha sido publicado por Erein. Esto es lo que nos ha contado Pako.
Al parecer, el libro Uztapide eta Xalbador. Bi adiskide mugaz gaindi nació por encargo. Pero hay encargos, y encargos, y este no era un trabajo cualquiera. ¿Tuviste claro desde el principio qué querías contar y cómo querías contarlo? ¿Conocías bien la relación entre ambos?
La inspiración para crear este libro fue cosa del alcalde de Zestoa, Mikel Arregi; yo he sido quien lo ha llevado a cabo, quien lo ha ejecutado. Ambos pueblos, Zestoa y Urepele, se han hermanado, y ese ha sido el detonante, pues Arregi quería crear algo que perdurara en el tiempo, ya que muchas iniciativas como estas, a menudo, caen en el olvido en pocos años. ¡Y qué hay más duradero que un libro! ¡Nunca pasa de moda!
Así fue como empecé a investigar sobre el tema, y encontré una historia muy sólida, una auténtica amistad entre estos dos hombres, que duró 30 años. A partir de ahí, me resultó fácil seguir tirando del hilo.
Pero, una vez recopilado el material, ¿cómo darle unidad? Al final, has conseguido escribir un ensayo que se lee como si fuese una novela. ¿Cómo ha sido el proceso de creación de este relato?
He mantenido los elementos que existen en todas las biografías: nacimiento, infancia, primer verso, madurez, trayectoria, momentos dramáticos, momentos de felicidad y muerte; completamente lineal. La clave ha sido la documentación: he leído 16 libros de la serie Auspoa, de los que he extraído los fragmentos y detalles más memorables. Con todo, he elaborado un relato siguiendo las técnicas de la novela.
Durante el proceso, también han aparecido casualidades. ¿Puedes darnos algún ejemplo?
Ambos cantaron su primer verso en público a los dieciséis años.
Los dos sufrieron un ataque al corazón sobre el escenario, y son los únicos bertsolaris de la historia a los que les ha sucedido algo así. Uztapide sobrevivió, pero Xalbador no; murió en un aula de una escuela, cerca del escenario.
Ambos editaron sendos libros, en un espacio de siete días, en los que se dedicaron mutuamente varios hermosos versos.
Estuvieron juntos en los momentos más duros: cuando, en el campeonato de 1967, abuchearon a Xalbador, Uztapide estuvo a su lado, y cuando, en 1972, Uztapide se quedó mudo ante el público, Xalbador estuvo a su lado.
¿Es posible saber dónde y cuándo se conocieron Uztapide y Xalbador y cómo nació la amistad entre ambos? Los dos dejaron escrito en sus versos el amor que profesaban el uno por el otro. ¿En qué se basaba esa amistad?
Hay indicios de que se conocieron en Zarautz, en 1946. Ambos mencionan el mismo lugar en distintos documentales, y Mixel Itzaina afirma que Xalbador, junto con Mattin, empezó a ir a Hegoalde a cantar versos en 1946. Y tuvo que ser en otoño, porque Xalbador cantó por primera vez en un escenario en septiembre, en Donibane Lohizune, y fue allí donde conoció a Mattin.
Lo que es seguro es que en 1949 cantaron juntos en Urruña, tal y como lo cuenta Uztapide en su libro de prosa.
¿En qué se basaba su amistad? Se respetaban, se valoraban y, tal y como se dice hoy en día, tenían una gran "inteligencia emocional", que era imprescindible para conectar con el público. En sus versos se percibe que se tenían un cariño especial. Ambos eran los mejores de la época, y veían en el otro la posibilidad de mejorar, porque uno tenía las cualidades de las que carecía el otro. Se admiraban, y trataron de aprender y asimilar lo mejor del otro.
Fueron bertsolaris muy diferentes y, tal y como dijiste en la presentación del libro, el tiempo también los ha tratado de diferente manera. ¿Cómo ha cambiado a lo largo del tiempo el legado que dejaron?
El tiempo ha salvado a Xalbador, haciendo un juego de palabras con su nombre. Y ha condenado al olvido a Uztapide. ¿Por qué? Uztapide fue el bertsolari que mejor reflejó la realidad de su época. Y, cuando desapareció esa realidad, Uztapide también desapareció con ella.
Xalbador era más abstracto, filósofo, poeta, no se vinculaba tanto con la realidad. Se vinculaba más con esas eternas inquietudes del ser humano. Por eso, sus versos se han mantenido mejor a lo largo del tiempo, porque las preocupaciones del ser humano son siempre similares.
Este libro podría ser una oportunidad para rescatar a Uztapide, para dar una nueva vida a su obra.
Ambos tuvieron su mayor auge en la década de 1960, y fue entonces, en la segunda mitad de dicha década, cuando se produjo uno de los hechos que ha quedado clavado en la memoria de la afición, el hecho que has mencionado antes: cuando, en el Campeonato de Bertsolaris de Euskal Herria de 1967, Xalbador fue abucheado por el público, estaban juntos.
Ese abucheo, aunque estaba dirigido al jurado, Xalbador lo sufrió en el escenario. Fue feo, inhumano y ofensivo que hicieran eso a un artista como él, pero no se vino abajo, sino arriba, y dio la vuelta a la situación con un verso antológico, dejando a la vista la fuerza de la palabra: con un verso sencillo, 4.000 personas que estaban pitando se pusieron a aplaudir, y más de una, incluso, a llorar.
Xabier Amuriza vivió de cerca lo ocurrido en el campeonato de 1967, pues era parte del jurado. No es casualidad que el prólogo lo haya escrito él, ¿verdad? ¿Qué es lo que ha querido contar?
Amuriza fue testigo directo, sí, pero también es uno de los protagonistas principales de la historia del bertsolarismo, un hombre de referencia, que conoce todos los secretos del bertsolarismo; es una autoridad. Por todo ello, le pedí que escribiera el prólogo. También ha revisado el libro. Yo soy periodista, no soy especialmente experto en bertsolarismo, y necesitaba la opinión de alguien de dentro y, a poder ser, también su aprobación. En ese sentido, la labor y la voluntad de Amuriza han sido únicas.
Su aportación al libro ha sido profunda. Sobre ese campeonato dice que los miembros del jurado estaban atemorizados con el barullo que se formó en el frontón y que, a pesar de saber que Xalbador había hecho una gran actuación, no se atrevieron a proclamarle campeón.
El libro que has escrito quedará como testimonio de una época, de la amistad entre dos bertsolaris y del hermanamiento de dos pueblos para las nuevas generaciones. ¿Qué acogida ha tenido en Urepele y en Zestoa? ¿Con qué estás especialmente satisfecho?
El recibimiento ha sido cálido en ambos pueblos. Ha despertado interés, y la respuesta de la gente es muy buena, la gente está interesada. Muchas veces tenemos una imagen sobre un personaje, y la gente se queda con eso, pero está bien profundizar, explorar, cuando existe la posibilidad. Conocer nuestra historia siempre está bien, en cualquier ámbito.
Yo he escrito el libro con todo mi amor, y la gente también ha recibido mi esfuerzo con todo su amor.
Xole Aire (alcaldesa de Urepele), Mikel Arregi (alcalde de Zestoa) y Pako Aristi (autor del libro)
Y, una vez puesto este libro a disposición de los y las lectoras, ¿en qué estás trabajando ahora? ¿Puedes adelantarnos algún proyecto nuevo?
Yo siempre tengo nuevos proyectos. En estos momentos, estoy realizando una investigación periodística sobre un crimen político que sucedió al final del franquismo: El arrasatearra Iñaki Etxabe regentaba una pensión en el Alto de Kanpanzar; tres personas entraron con la cara cubierta y lo asesinaron, disparando una ráfaga con metralletas. Podría tratarse de una venganza, ya que, por la mañana, en Arantzazu, realizaron un atentado contra unos guardias civiles, dejando a tres de ellos muertos, y el hermano de Iñaki, Juan José, era dirigente militar de ETA. Estamos investigando varias fuentes. El resultado saldrá a la luz el año que viene.
(Especial publicado el 19 de junio de 2024)