Desde hace varios años Álava Emprende, la agencia por el emprendimiento de la provincia, organiza las sesiones Ekin Breakfast, en las que se dan cita diferentes personas emprendedoras para dar a conocer las experiencias de aprendizaje y trabajo, desde sus respectivos sectores, a la hora de iniciar un proyecto empresarial. En este marco ha tenido lugar esta mañana un encuentro dedicado específicamente al ámbito cultural, desde el que hemos conocido la trayectoria de cuatro diferentes iniciativas: Conexiones Improbables, Artgia, Teklak y Pikor Teatro.
Roberto Gómez de la Iglesia, responsable de Conexiones Improbables, ha presentado la compañía, desde la que trabajan en cuatro ámbitos fundamentales: el apoyo en la gestión y la innovación a las empresas culturales, el trabajo en el desarrollo de territorios creativos a través de innovadoras herramientas de mapeado como puede ser Kultursistema, la fertilización cruzada entre agentes que trabajan en diferentes sectores y la formación en diferentes ámbitos. Según su propia experiencia laboral de casi 40 años, emprender significa arriesgar, también en cultura. Así, ha insistido en que se debe trabajar en términos de medio/largo plazo, siendo conscientes, además, de la falta de reconocimiento que acompaña al trabajo cultural. Sin embargo, ha querido subrayar la gran capacidad de la cultura para impactar en cualquier ámbito de la vida, su gran transversalidad, lo que posibilita un abanico ilimitado de espacios en los que desarrollarse.
Por su parte, Irantzu Lekue ha mostrado la trayectoria de Artgia, un espacio de creación en construcción permanente, según sus propias palabras. La determinación para emprender este proyecto nació de la necesidad de generar espacios de actividad y reflexión. Desde este dispositivo han llevado a cabo multitud de instalaciones artísticas e intervenciones colectivas, sin perder de vista sus tres señas identificativas: el euskera como lengua vehicular del trabajo creativo, la visibilización de las prácticas de los y las artistas jóvenes, con un especial cuidado en la aportación de las mujeres, y la capacidad del arte como herramienta de trasformación social. En sus cinco años y medio de historia Artgia se ha convertido en un espacio de intercambio, abierto a la hibidración de disciplinas y experiencias artísticas.
La explicación sobre la trayectoria del Estudio de Comunicación y Audiencias Teklak ha corrido a cargo de una de sus fundadoras, Irene Intxausti. Después de varias experiencias laborales, en 2017 decidieron crear su propia estructura para trabajar desde la libertad y la flexibilidad que otorga ser la responsable de tu empresa, atendiendo a los cuatro ámbitos de desarrollo que les interesan especialmente: la comunicación de los proyectos culturales, la documentación audiovisual creativa, la gestión cultural y la innovadora herramienta Pulsar, un instrumento que, centrado en los público y las audiencias de las estructuras culturales, ayuda a acercar los diferentes proyectos a las personas. Para Intxausti, una de las claves que pueden garantizar la viabilidad de una empresa (y no solo en términos económicos) es mantener el equilibrio entre los grandes y pequeños clientes, apostando por aquellos trabajos que, si bien cuentan con poca estructura y apoyo, aportan gran valor al sector con sus prácticas.
En último lugar Miguel Olmedo ha tomado la palabra para acercar el trabajo de Pikor Teatro. Pikor es una compañía escénica creada a finales de los años 80 en la Montaña Alavesa, desde donde siguen ejerciendo su profesión. En sus más de treinta años de trayectoria han constatado muchos altibajos, por lo que no duda en calificarse más como un “resistente” que como “emprendedor”. Desde los años 2000 han trabajado con un público joven y adolescente, demostrando que no es una audiencia especialmente complicada si sabe hacerse un acercamiento adecuado a los temas les interesan, desde los espacios en los que se mueven. El teatro les ha dado la posibilidad de trabajar problemáticas actuales como las drogas y sus consumos, la violencia, el acoso escolar, las ludopatías, el duelo y la pérdida… Las sucesivas crisis (económicas, sanitarias…) han ido poniendo contra las cuerdas la viabilidad de proyecto, obligando a reinventarse con cada golpe, buscando el nicho de trabajo e incluso diversificando los servicios que ofrecen.
Todos los participantes han estado de acuerdo en la dificultad de emprender en el ámbito cultural, aunque no creen que existan mayores complicaciones en comparación con otros sectores. Sí es cierto que en términos de producción cultural, constatan más oferta que demanda (que suele limitarse a las instituciones públicas), por lo que coinciden en que es necesario trabajar en la generación de nuevos públicos, que entiendan además, en toda su dimensión, el valor de la cultura para el desarrollo social. Asimismo, han querido subrayar la importancia de las redes de trabajo y colaboración como mecanismos de apoyo y garantía.