Bilbao cuenta con un museo que permite disfrutar de algunas de las obras escultóricas más relevantes del mundo clásico. El Museo de Reproducciones, prácticamente centenario, está situado en la Iglesia del Corazón de María de la localidad, desde donde organiza diferentes actividades para dar a conocer su colección. Itziar Martija, Técnica de Educación del equipamiento, nos ha acompañado en el recorrido que hemos hecho por su historia.
¿Cuál es el origen de esta colección tan particular?
El Museo inició su historia, en 1922, cuando se presentó una moción para su creación a la Junta de Cultura Vasca. Con ello se pretendía completar la oferta cultural y artística de Bilbao que ya contaba con el Museo de Bellas Artes y el que hoy es el Museo Vasco.
Sin embargo, su creación, como tal, no tendría lugar hasta 1927, bajo la dirección de S. Manuel Mª Smith Ibarra. Diputación y Ayuntamiento, patronos de la institución, acordaron instalarlo en el edificio de las antiguas Escuelas de Berastegi, en Jardines de Albia, donde permaneció hasta la década de los 50.
Prácticamente desde ese momento se iniciaron los contactos con las más importantes instituciones museísticas europeas, para dar comienzo a la adquisición de piezas. Las primeras en entrar fueron un encargo de ocho esculturas (las reproducciones de Leda, David de Verrocchio, Espinario, Torso del Belvedere, Esclavo de Miguel Ángel, Torso de Subiaco, Torso de Fidias y Apolino) que se le solicitaron al taller de Benito Bartolozzi, quien había sido formador de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Tras ellas, a lo largo de la primera mitad de los años 30, ingresarían la mayor parte de las piezas que hoy conforman la Colección del Museo, procedentes de los talleres de copias de instituciones tan importantes como el Louvre, el Museo Británico, la Gliptoteca de Múnich, el Museo Pérgamo de Berlín, los Museos Vaticanos o la Real Academia de Arte de Florencia.
En 1955, el Museo se trasladó a las antiguas Escuelas de San Francisco. Sin embargo, algunas de las esculturas no podían albergarse en el nuevo inmueble debido a su tamaño. Esas 11 esculturas se trasladaron a la galería del Museo de Bellas Artes, donde permanecieron hasta comienzos de los 70, momento en el que la reforma de las instalaciones permitió que se reuniesen con el resto de la Colección.
El edificio de la calle Conde Mirasol fue la sede pública del Museo hasta el año 2006, fecha en la que la Colección se trasladó a un nuevo inmueble, rehabilitado para servir de Museo. Se trata de la antigua iglesia decimonónica del Corazón de María, donde se exhibe desde entonces.
¿Qué tipo de piezas custodia y qué relevancia tienen?
El Museo cuenta con una colección de copias realizadas, casi todas ellas en escayola (aunque también incluye algunas obras en piedra artificial; sobre todo reproducciones de Argiñeta) a tamaño natural. En su mayor parte proceden de los talleres de las instituciones que custodian los originales, aunque, como ya he mencionado, dos partidas de copias llegaron del taller de Benito Bartolozzi en Madrid. A éstas hay que añadir alguna otra pieza, como la Venus de Cnido, adquirida en los años 40, en Casa Serra de Barcelona.
Además, como curiosidad podríamos mencionar los casos del Auriga de Delfos y del Hermes con el Niño Dioniso (en exhibición en el Museo). Ambos originales se conservan en Grecia, una en el Museo Arqueológico de Delfos y la otra en el de Olimpia. Sin embargo, las copias fueron realizadas por el Louvre y por los talleres de los museos berlineses respectivamente, porque las campañas de excavación en cada uno de los yacimientos habían sido dirigidas por equipos franceses en Delfos y alemanes en Olimpia.
Un buen número de las esculturas que hoy pueden verse en el Museo son reproducciones de obras de fama universal que podemos encontrar en cualquier libro de Historia del Arte. La Victoria de Samotracia (más pequeña que el original), el Moisés, los relieves del Altar de Pérgamo, Laocoonte, o las estatuas del Partenón son todas ellas referencias universales.
¿Cuál ha sido la política de adquisiciones de la institución?
Las adquisiciones se hicieron, en su mayor parte, durante los primeros años de vida del museo, que apenas ha ingresado nada a partir de los años 40: algunas reproducciones de estelas funerarias vascas en los 70 y 80 y algunas reproducciones de fragmentos de estatuas de la Colección, con ocasión de varias exposiciones temporales.
En el caso de que se plantease la posibilidad de reiniciar las adquisiciones, muchos de los grandes museos europeos mantienen sus talleres de copias, por lo que se acudiría a ellos.
Generalmente se dispone de un amplio catálogo de copias del cual se seleccionan las piezas. A nivel general, es muy poco frecuente que se solicite una copia de una obra que no esté ya presente en los catálogos, principalmente porque el proceso de copia es largo y complejo y encarecería notablemente la compra.
¿Qué actividades se organizan para trabajar en la difusión de la colección?
El Servicio de Educación tiene un extenso programa de actividades, dirigidas a públicos diversos, si bien es cierto que el grueso de las visitas que se atienden procede de centros educativos y asociaciones.
Además, desde 2008, ofrece, un ciclo de conferencias mensual, “La Obra en su Contexto”, en el que se desgranan temas relacionados con las piezas de la Colección y las exposiciones temporales.
Por otra parte, el Museo de Reproducciones participa activamente en diferentes programas, como las programaciones culturales habituales del ámbito museístico (el Día Internacional de los Museos o las Jornadas Europeas de Patrimonio). Programa regularmente actividades para celebrar días señalados como San Valentín, Carnavales, Semana Santa, Navidades o, el aniversario de la reapertura del Museo en la Iglesia del Corazón de María, con una actividad especial A la Luz de las Velas.
Y como complemento a la programación educativa, acoge y programa los más diversos eventos culturales.
En los últimos años el Museo ha realizado un gran trabajo en la búsqueda de nuevos públicos. Se han realizado iniciativas de lo más diversas. En líneas generales podemos decir que cuenta con un público muy fiel que, una vez que viene por primera vez, suele repetir.
¿Qué aspectos os gustaría trabajar en los próximos años?
Sin duda, los próximos años deberíamos afrontar de cara el reto digital, con la creación de una oferta estructurada para públicos diversos.
(Especial publicado el 19 de enero de 2022).