Bocabeats Comedia ofrece un humor enfocado al público de Euskadi. Los creadores de vídeos virales como ‘Villancicos vascos’ o ‘Tecno vasco’ están embarcados en una gira de verano, visitando diferentes pueblos de Euskadi durante las fiestas de los mismos.
Ivan Pérez y Aitor Vidaurreta forman el dúo cómico Bocabeats Comedia (Boca, por ser la única herramienta que utilizan en sus actuaciones, y Beats, por el uso del beatbox en las mismas). Presentan un humor adaptado al público de Euskadi con un factor que los diferencia de cualquier otra actuación: el uso del beatbox (recreación de patrones de ritmo y sonidos musicales mediante boca, labios y cuerdas vocales) en sus shows. Cuentan con varios vídeos virales en las redes sociales, pero es en los directos, con grandes dosis de improvisación, donde de verdad se puede apreciar la esencia de los cómicos. Inmersos en plena gira por localidades de Euskadi, el próximo 10 de septiembre actuarán en Zizurkil, y el día 25 del mismo mes en Errenteria.
¿Cómo se crea Bocabeats Comedia?
-Nos conocimos en clase, en el bachillerato artístico. Solíamos hacer beatbox y poco a poco fuimos añadiéndole humor. Un día, una de nuestras profesoras nos pilló haciendo nuestras tonterías y en vez de echarnos la bronca nos dijo que saliéramos al frente de la clase. Ese fue nuestro primer espectáculo. La profesora pensaba que nos íbamos a callar, pero nos ganamos los aplausos de la clase. A los 17 años nos apuntamos a Tú Sí Que Sabes, un concurso en Cantabria en el que competimos contra gente de diferentes partes del Estado. Tuvimos suerte y ganamos el concurso y los 1.800 euros que lo acompañaban. Un año después realizamos nuestras primeras actuaciones serias en el teatro de Derio, en las que llenamos casi todo. Poco a poco pasamos a bares y terminamos en el circuito de la comedia, actuando con humoristas de Paramount Comedy, Juan Muñoz, de Cruz y Raya, o Xabier Deltell, entre otros. Parece mentira que ya llevemos ocho años en este mundillo.
¿Por qué decidieron usar el ‘beatbox’ en sus actuaciones?
-Al principio, cuando nos contrataban para actuar, nos daba miedo decir que íbamos a hacer beatbox. Así que lo ocultábamos y por la mitad comenzábamos con el beatbox y no parábamos. No sabíamos cómo se lo iban a tomar. De hecho, al principio eran monólogos más convencionales y solo metíamos un poco de beatbox al final de la actuación, pero vimos que era esta última parte la que más éxito tenía. Hoy en día saben lo que hacemos y ahora nos llaman para actuar y no somos nosotros los que tenemos que llamar.
¿Cómo describirían su relación?
-Nos conocemos desde hace diez años y pasamos más tiempo juntos que con nuestras parejas. Siempre hemos congeniado muy bien y no existe competitividad entre nosotros. Los dos formamos el grupo y sin uno todo se iría abajo. Bocabeats no existiría sin los dos. Pasamos mucho tiempo en carretera, preparando las actuaciones y en restaurantes de comida rápida, que son los únicos lugares abiertos tras las actuaciones. Una parte de nuestro sueldo se nos va en comida basura. Vivimos de esto, así que nos vemos todas las semanas y trabajamos en esto todos los días.
Usan mucho las redes sociales. ¿Hasta qué punto les han sido de ayuda?
-Cuando nuestros vídeos virales llegaron a las redes, ya teníamos una trayectoria de seis años. Nuestros espectáculos ya estaban elaborados, pero la gente venía a vernos pensando que éramos influencers y que íbamos a hacer el ridículo.
¿Con qué vídeo saltaron a la fama en Internet?
-En navidades del 2015, cuando publicamos el vídeo de Villancicos vascos. Teníamos alrededor de 300 seguidores en Facebook y en un día pasamos a los 5.000. El vídeo llegó a las 150.000 reproducciones en dos días y también se hizo viral por WhatsApp: la gente enviaba el vídeo como felicitación de Nochebuena. Pensábamos que esto no se volvería a repetir, pero la fórmula siguió funcionando. Hay que tener en cuenta que eran canciones en euskera para el público euskaldun, al contrario de los vídeos virales de los grandes, dirigidos a todo el público de habla hispana.