Dentro del programa Zer(K)nias.
La montaña Teufelsberg se encuentra a las afueras de Berlín, en el bosque de Grunewald. Es una escombrera, un manto que esconde o que entierra un proyecto. En 1937, Hitler mandó construir la mayor academia militar del mundo. Esta academia, una vez terminada, contaría con una universidad, talleres, laboratorios, hospitales y múltiples residencias y un bunker. La guerra dejó toneladas de escombros en Berlín que se debían retirar si se quería reconstruir la ciudad. Se tomó la decisión de utilizar los escombros para enterrar la academia militar, situada en el bosque de Grünewald.
Los escombros de la Alemania devastada se han integrado en medio de la tierra, musgo, ramas, que con el paso del tiempo han ido eliminando las fronteras entre naturaleza y ese oscuro pasado que se pretendía esconder, en esa acumulación de piedras. Observamos aquí la naturaleza como fuerza que emerge de entre paisaje el híbrido Antropoceno que el Humano ha creado. Invitamos a escuchar los fenómenos y los ritmos naturales, la sensorialidad por encima del juicio crítico, presenciar cómo la imagen emerge de entre los cuerpos, cómo el cuerpo emerge de entre las imágenes, y cómo este nuevo ente: cuerpo-imagen pierde esencia y significado sepultado entre la acumulación, convertido en luz, forma, color, ritmo, estética, entre elementos de esa naturaleza que acoge y sostiene en paz.
La composición musical de la pieza contiene por un lado samples de videos de archivo del pasado bélico, mezclado con sonidos generados por sintesis. Es una constante en nuestro trabajo conjunto, el hecho de que Pilar esté componiendo en directo sobre unas pistas que ha elaborado previamente, y se encuentre durante la función creando la composición final en tiempo real, ya que para nosotras es fundamental el hecho de actualizar el momento escénico y reivindicar el directo.
Ficha artística: