La Carn es una puerta a la intimidad de un joven que pone precio a su propio cuerpo.
En un chalet de una urbanización situada a unos 30 km de Palma, encontramos a Ferran, quien vive con sus padres, propietarios de una carnicería. Hace dos años, Ferran pasa los días en el sótano de su casa y ha convencido a todo el mundo de que se gana la vida como gamer, pero en realidad, el dinero lo consigue a través de vídeos porno y videollamadas sexuales con sus clientes. Su principal canal es OnlyFans, aunque todo comenzó en DirtyRoulette.
Un personaje, un director y un técnico: su creador, Lluís Garau, nos transmite la soledad y la distancia del sexo actual (espectáculo en vivo, sexo en remoto). La Carn es una puerta a la intimidad de un joven que pone precio a su propio cuerpo. La obra tiene influencias del trap, de Mantegna y Caravaggio, de Elmgreen y Dragset, del cine de Ulrich Seidl (En el sótano) y de la conversación desnuda de la obra coreográfica Dark Field de Jefta van Dinther. Una obra con dos públicos: uno en el teatro y otro en casa.
Ficha artística: