A menudo reflexiono sobre qué es lo pequeño. Desde que era niña, he sentido la necesidad deregistrar lo que parece insignificante: esas cosas que, por estar siempre presentes, terminamospor obviar. Quizás son los vacíos los que nos definen, lo que cobra valor por su ausencia, como el amor deuna madre, la cocina de una abuela, el calor de una casa o la calidez del sol en un día de invierno. Pero también todo aquello que nuestra mente ayuda a omitir para poder seguir, como la violencia,el abuso o un muro que rodea tu ciudad pero que nunca habías visto, porque siempre estuvo ahí.En este encuentro, compartiré algunos de mis proyectos y las referencias que siguenmarcándome el camino para explorar cómo lo que damos por hecho nos trasforma, muchasveces, sin que lo sepamos.