Una propuesta escénica en la que los intérpretes experimentan con dos elementos mágicos: la luz y el agua. La luz que ilumina, transforma y dibuja mundos poéticos. El agua que, con su naturaleza inquieta y cambiante, nos invita a un viaje sensorial.
A la luz le gusta reflejarse en el agua, que es transparente como un espejo, para después teñir el espacio. Juntas, la luz y el agua acunan las emociones de lxs más pequeñxs espectadorxs y sus familias o educadorxs, invitándoles a disfrutar y a jugar explorando nuevos lenguajes.