Pinocchio es una fuerza de la naturaleza, como los niños. Es un Pinocchio real, pragmático y travieso, y a su vez, listo y sincero. Estar totalmente de acuerdo con la sociedad no lo satisface enteramente. Por lo tanto, tendrá que lidiar consigo mismo, y con una sociedad que tiene mucho por aprender.
Ciertamente, Pinocchio no es la historia de un príncipe; es la historia de un trozo de madera, una historia que pone patas arriba el mundo de las hadas. Al fin y al cabo, es la mezcla perfecta de la fábula, la novela picaresca y cuentos de hadas.
Dos actores y un músico se encargaran de escenificar la obra.