Mover el trasero es un movimiento ancestral. La diáspora africana lo trasladó a Jamaica, Cuba, Colombia, La República Dominicana, y a los EEUU entre otros lugares con el comercio de esclavos. Es una danza que ha sido utilizada para las bodas, para inducir la fertilidad, para reforzar los músculos pélvicos después del parto, y sobre todo, para celebrar desde un lugar de resistencia.
La cultura BOUNCE, nacida en Nueva Orleans, popularizó el famoso “Twerk” (la versión de Booty Dance de los EEUU) pero cada país donde residen los descendientes de esclavos tiene su propia técnica con nombre y música correspondiente. Liberar la pelvis y culo es un ejercicio que sienta bien, activando el chakra raíz y trabajando el centro del placer de nuestros cuerpos. En activar estas zonas donde se desarrollan toda la sexualidad del ser humano, las liberamos y los convertimos en una zona normalizada, un espacio de autoconocimiento, diversión, diálogo y de salud para todxs.
Hoy en día esto resuena aún más en el caso de las mujeres ya que hay muchas decisiones sobre nuestros cuerpos no nos dejan tomar. Este tipo de expresión y movimiento nos permite ejercitar nuestra autonomía sexual, física y emocional. Como bien dice el lema que ha creado Kim, “To Twerk Is Not A Crime.”
Porque tener el control de nuestros cuerpos y de nuestra sexualidad no es un crimen, es una revolución.
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En esta formación de 10 horas, nos daremos permiso de desbloquear la zona de cintura para abajo, de explorarla y de gozar del poder de nuestra sensualidad.
Empezamos con un tratamiento de la historia y cultura a través de diálogo y videos aportándonos los recursos adecuados para contextualizar nuestra experiencia con estas tradiciones de danza a la hora de bailarlas.
Aprendemos a activar la pelvis mientras relajar los glúteos trabajando el "twerk" en sus varias posturas de la manera segura y correctamente con el método rítmico de trabajar 3 velocidades distintas con cada ejercicio. Seguiremos con técnicas de aislamiento del cuerpo que aumentan control y movilidad de cada zona (de la cabeza a las nalgas del culo y hasta los pies) mejorando coordinación, musicalidad y equilibrio.
Reforzamos el conocimiento del twerk mientras fortalecemos nuestro core y aductores activando la cadena muscular del suelo pélvico. El trabajo en el suelo nos devolverá al mundo natural y realizaremos una secuencia coreográfica para finalizar que se centrará en las transiciones y la musicalidad. Todo con un potente énfasis rítmico. Acabaremos cada sesión bajando las luces y haciendo un poco de “freestyle,” cada una moviendo como le de la gana: libre, potente, rítmico y terrenal.
El lujo de tener 2 días seguidos de formación, aparte de crear intimidad y familiaridad en el grupo, es que nos dará la oportunidad de profundizar mucho en los conocimientos de esta cultura y expresión presenciando el poder transformador de la liberación de la zona pélvica.
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Kim Jordan es socióloga, bailarina y coreógrafa de los Estados Unidos (licenciada en Sociología y Danza por la UNLV, 2005). Para Kim, gran parte de la expresión humana proviene de nuestra zona media y la manipulación de los músculos gravitacionales que trabajan para mantener nuestro equilibrio. Estas son las mismas fuerzas que registran alteraciones en nuestro estado emocional y que, por tanto, generan trabajo con un gran significado. Desde que fue testigo de la transformación mágica que esta parte de su cuerpo experimentó al crear una vida en su interior y verla nacer, le fascina el modo como se conectan las articulaciones y el poder que albergan.
