Un valiente y sincero testimonio que refleja la vida clandestina de un pueblo; la excepcionalidad del día a día disfrazada de banalidad, y, en su último capítulo, un análisis personal poético de la épica. Ambas comparten un mismo objetivo: conocer de cerca nuestro pasado para comprender mejor el presente, e, ir ensayando como pueblo el diseño de una hoja de ruta para salir de esta situación de dominación.