Cuenta atrás es un thriller, una obra de suspense, llevada al teatro en la que se plantea una reflexión sobre el miedo, la inseguridad, el azar, la soledad y la impotencia. La desesperación que se produce cuando el tiempo se acaba y no se logra tener el más mínimo progreso en la búsqueda de la solución.
El suspense psicológico es un género más propio del mundo audiovisual que del teatral. Desarrollado dentro del cine, con maestro como Alfred Hitchcock y habitual en las series policiacas de TV, está ocasión se ajusta el mundo de la escena eludiendo lo cinematográfico y llevando al espectador a una experiencia teatral intensa.
Inspirada en la obra Carnaval del catalán Jordi Galcerán, Cuenta atrás tiene un texto conformado por las aportaciones de los componentes de Banarte que le dan una dinámica y estructura trepidante que lleva a una resolución sorprendente.
La vulnerabilidad del ser humano, sujeto a las vicisitudes del azar, la soledad, el miedo y el mal, ese mal que puede anidar dentro de cada uno de nosotros, que, como en este caso, puede llevar búsqueda de la venganza por despecho, quedan reflejados en la hora y media escasa que dura el hecho teatral. Planteando al espectador, tras una trepidante, loca y sin sentido carrera contrarreloj que va engrandeciendo la angustia, como podernos enfrentarnos a situaciones desesperadas y a la existencia de la locura.
Sinopsis
Llega al grupo de Operaciones Especiales de la Ertziantza el caso de la desaparición de un niño de corta edad. La madre, Laura Fernández, una joven dependienta de unos grandes almacenes sin recursos económicos y separada de su marido recientemente fallecido, es citada por el inspector encargado del caso, Alberto González, quien junto con su compañero Enrique Castro y los subinspectores Miren Yarza y Manuel Otázua están investigando el caso.
En el transcurso de la investigación el aviso de una emisora de radio que ha tenido una extraña llamada en la que han dado una dirección de una página web que cuando se entra se puede ver a un niño en una cama. Ese niño es Bruno Suárez, el niño desaparecido.
La investigación, en la que no hay ninguna pista que permita tirar de algún hilo, da un dramático giro cuando en la imagen se ve cómo ponen un artefacto explosivo que estallará en 30 minutos, comenzando una angustiosa cuenta atrás para resolver un caso imposible.
Ficha