Tras varios meses, la protesta multitudinaria por el cierre de la fábrica está debilitada, solamente quedan Ione y Elias. Pero la llegada de Txarli trae esperanza, ha conseguido acuerdos…pero con una condición: deben dejar la protesta inmediatamente.
¿En la sociedad de hoy en día, tiene sentido la lucha o ha quedado obsoleta?
¿Tal vez sea tener reivindicaciones lo que ha quedado obsoleto?
¿Por qué Obsoletus?
Basta con echar un vistazo rápido a los conflictos recientes para darnos cuenta de que los medios de comunicación, los líderes políticos y los grupos relacionados con el conflicto utilizan inmediatamente esa palabra, violencia, para estigmatizar a cualquier movimiento social. En dos palabras, todo tipo de violencia, aunque sea de baja intensidad, se ha vuelto obsoleta, obsoleta.
La sociedad también ha sido víctima de esta generalización y destruye los reclamos cuando se liberan, desequilibrando por completo la balanza de este conflicto.
En nuestra obra nos centramos en un conflicto laboral y esta pérdida de poder. Los trabajadores están desactualizados, están jugando un juego que ya perdieron.
Tal vez las formas no estén desactualizadas.
Quizá lo que está desfasado es simplemente tener pretensiones.
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Obsoletus es una comedia, una comedia política. Quiere contar un conflicto pero sin perder el instinto del Teatro Anodino, una comedia vasca, desvergonzada y valiente.
Ficha
