A Mieltxo le encanta hacer almiares. Le entusiasma hacer grandes almiares y, mientras, escuchar las hermosas historias de su abuelo. Y es que los relatos del abuelo llevan al pequeño de la casa a un mundo mágico: al mundo de los basajaun y de los grandes ojos del bosque.
Este cuento, que se mueve en el límite difuso entre la leyenda y la realidad, sumerge al lector en las vivencias de Mieltxo, en una dulce y misteriosa historia de color otoñal.