eLiburutegia


Francisca Pulgar, Jefa del Servicio de Bibliotecas de la Dirección General de Patrimonio Cultural, analiza en esta entrevista el primer año de evolución de eLiburutegiaplataforma que facilita la lectura de contenidos digitales a través de Internet, bien en streaming, en ordenador o en dispositivos móviles. 

¿Cómo valora la evolución de esta herramienta digital ahora que se ha cumplido un año de su puesta en marcha? 
La valoración es positiva. Primero porque, por fin, se puso en marcha un servicio demandado desde hacía varios años tanto desde las bibliotecas de la Red de Lectura Pública de Euskadi como por la ciudadanía. Y en segundo lugar, porque hemos comprobado que está teniendo una respuesta satisfactoria, poco a poco va creciendo el número de personas usuarias de este servicio y eso que durante este primer año de funcionamiento no hemos hecho ninguna campaña especial de difusión, simplemente, desde el Servicio y desde las bibliotecas hemos usado las redes sociales para hablar de eLiburutegia y recomendar libros en formato digital.

¿Los resultados de su implantación han respondido a las expectativas iniciales? 
Aunque, lógicamente, al tratarse de un servicio nuevo y tan complejo, todavía tenemos que seguir mejorando, podríamos decir que sí se han cumplido las expectativas. Por un lado, se trataba de poder ofrecer desde las bibliotecas de la Red un servicio de préstamo digital a la ciudadanía. Pero eLiburutegia, es mucho más que un servicio de préstamo, es un eje sobre el que articular los servicios bibliotecarios de la Red en la era digital, de este modo, todas las bibliotecas estarán preparadas para avanzar en la difusión de sus servicios a través de Internet.

¿Cuáles han sido los obstáculos más importantes con que se han encontrado en su implantación? 
En un principio fueron los acuerdos con las editoriales. Cuando empezamos a diseñar el proyecto era impensable que las editoriales nos cedieran sus archivos, que sus ficheros estuvieran accesibles desde un servidor de EJIE. Finalmente logramos firmar un acuerdo postivo tanto para los editores como para las bibliotecas. Otra de las dificultades importantes con las que nos encontramos en el momento de arrancar fue hacer compatible el fichero de datos de las personas usuarias de la Red de bibliotecas con este servicio ofrecido desde la plataforma eLiburutegia. Y otro obstáculo, de momento insalvable, es el formato epub frente al mobi para Kindle, ya que la mayoría de la gente que lee en ereader tiene kindle, y claro, a nadie le apetece volver a comprarse otro dispositivo. Sin olvidar la descarga obligatoria del programa adobe digital editons, un paso obligatorio para la descarga y lectura de ficheros epub en ordenadores y ereaders, un punto que origina cierta reticencia hacia el préstamo digital.

¿Qué acogida está teniendo en la Red de Lectura Pública de Euskadi por parte de los profesionales? 
Bueno, hay que tener en cuenta que era un servicio que nos demandaban desde las bibliotecas, así que, en principio la acogida fue buena. Se han organizado cursos de formación, les hemos explicado el proyecto desde todos los puntos de vista, y además hay un comité formado por una serie de bibliotecas que participan en la selección de las obras que se compran. Sin embargo, se trata de una herramienta y un servicio nuevos, con muchas posibilidades y muchas opciones de mejoras, así que, entre todos vamos recogiendo las sugerencias tanto técnicas como de gestión que iremos incorporando progresivamente.

¿Cómo valora la relación mantenida durante todo este tiempo con los editores? 
En general buena. Ellos están viendo que desde las bibliotecas respetamos las condiciones de los acuerdos y que las bibliotecas no son solo una fuente de ingresos sino también un lugar importante para fomentar la lectura, bien en papel o bien en formato digital. Y un punto fuerte es que todas las editoriales tienen acceso a su panel de control y pueden ver en todo momento la situación de cada obra. Seguimos trabajando en el acceso a las licencias, la posibilidad de licencias concurrentes para los clubs de lectura, las licencias sin caducidad. En definitiva, se trata de pasos que redunden en la buena gestión del servicio y que nos permitan tener siempre un fondo bibliográfico relevante y no quedarnos con las estanterías vacías.

¿Está sirviendo como factor de renovación en el conocimiento y utilización de las nuevas tecnologías vinculadas al mundo digital? 
Sí, por supuesto. Hay que tener en cuenta que muchas personas se iniciarán en la lectura en pantallas gracias a las bibliotecas. Aunque el préstamo en sí no tiene una dificultad especial, sí que se agradece que en las primeras lecturas tengas un acompañamiento por parte de los profesionales de las bibliotecas de la Red. Además siempre están las preguntas sobré los dispositivos, los distintos sistemas operativos, qué ebook comprar… Sin olvidar que tanto los servicios que se prestan desde los espacios físicos de las bibliotecas como los que se ofertan a través de Internet necesitan un conocimiento de técnicas o herramientas para su difusión.

¿Qué papel juega aquí la formación de los bibliotecarios y las bibliotecarias? 
La formación y el reciclaje continuo de los profesionales es un objetivo permanente del Servicio de Bibliotecas. Se trata de que todos los profesionales conozcan perfectamente todas las herramientas de trabajo diario, pero también las tendencias del sector, en nuestro caso, muy unido a la evolución constante de las tecnologías de la información y la comunicación. Y por supuesto, no podemos olvidar las preferencias y comportamiento de la ciudadanía en el consumo de hábitos culturales y en su relación con las administraciones a través de Internet. De ahí que la formación sea constante, necesaria y esté enfocada a la práctica cotidiana, lo que se conoce como “learning by doing” o “aprender haciendo”.

¿Qué pasos hay previstos dar de cara al futuro de esta herramienta? 
Hay un campo muy amplio de nuevos servicios relacionados con esta herramienta, pero iremos trabajando en ellos poco a poco. Tenemos prevista la ampliar los datos estadísticos para poder conocer mejor a las personas lectoras y afinar nuestra oferta temática. Además para este año estamos elaborando una colección para el acceso a obras de dominio público en diferentes idiomas y, también en formatos y aplicaciones que faciliten la lectura a personas con discapacidad visual. Continuaremos ampliando el catálogo de eLibureutegia y, con ayuda de las bibliotecas de la Red, se irán incorporando novedades que amplíen la oferta de lectura, así como audiolibros. Y, por supuesto, formación para los profesionales de la Red y algún aspecto relacionado con la difusión del servicio de eLiburutegia.