La Euskal Herriko Gazte Orkestra, fue creada en 1997 por el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco y desde su constitución tiene la consideración de proyecto estratégico.
Su objetivo es servir de instrumento de formación orquestal para las y los jóvenes instrumentistas vascos presenta: Sherezade y West Side Story.
Programa:
Director: Juan José Ocón.
GIRA:
Sheherazade es una suite sinfónica, inspirada en Las mil y una noches. Esta conocida colección de cuentos toma como base al sultán Shariar, quien, contrariado por la infidelidad de su primera esposa, decide acostarse cada noche con una mujer distinta y darle muerte a la mañana siguiente. Hasta que Sheherezade, hija del visir, rompe esta decisión del sultán. Para ello, se ofrece a pasar la noche con él y le sorprende contándole un cuento, que interrumpe al amanecer, prometiendo el final para la noche siguiente. Así durante mil y una noches. El sultán, poco a poco, de va enamorando de la joven y, tras tener con ella tres hijos, decide tomarla por esposa.
Rismky Korsakov quiso plasmar en esta obra “un conjunto de cuadros de carácter oriental”. En un principio puso a las cuatro partes de la suite los títulos genéricos de Preludio, Balada, Adagio y Final. Luego reflexionó y, para la primera audición, los cambió por estas leyendas:
I. El mar y la nave de Simbad
II. La historia del príncipe Kalender
III. El príncipe y la joven princesa
IV. Fiesta en Bagdag. El mar. La nave encalla. Final.
El compositor explicó así este cambio: “Con estos títulos me propuse guiar la fantasía del oyente por los mismos caminos que siguió la mía, pero dejando a cada cual la facultad de imaginar los detalles según su propia inclinación. Deseaba, sobre todo, que el oyente encontrara de su agrado mi composición como música sinfónica y tuviera la impresión de que era verdaderamente una historia oriental de aventuras y hechos maravillosos y no una simple sucesión de piezas con temas intermitentes. El título de Sheherazade debía sugerir a los oyentes un Oriente con sus historia fabulosa; hay detalles que indican cómo todos los relatos han sido narrados por Sheherazade”.
I. El mar y la nave de Simbad (Largo e maestoso - Allegro non troppo). Comienza la obra presentando a los dos protagonistas: Shariar, altivo y feroz; Scheherazade, dulce y seductora. La narración presenta el mar y la nave de Simbad en tres pasajes de sinfonismo suntuoso, en los que juegan sobre todo la cuerda y los metales. Curiosamente (quizá como un guiño de complicidad) el tema de Simbad es una variante del de Shariar. Estos tres episodios están separados (y entrelazados) por dos intermedios, donde se escucha la voz dulce y serena de Sheherazade.
II. La historia del príncipe Kalander (Lento - Andante). El movimiento tiene tres partes: la tercera, repetición de la primera. La cálida voz de Sheherazade introduce el primer tema, cantado en tono quejumbroso por el fagot y replicado con nostalgia por el oboe y más tarde por las cuerdas. El discurso progresa en desarrollos repletos de colorido tímbrico y variados efectos orquestales. El episodio central se abre con una frase inquietante de los bajos, que prosigue luego en crecientes fanfarrias de metales, hasta alcanzar el aire de una marcha animada. Se diría que le Príncipe, destronado y abatido, acaba de encontrar a un grupo de seguidores, que lo aclaman y vitorean. El movimiento se completa con la repetición de la primera parte, con “cadenzas” del clarinete y el fagot. Shariar reaparece en el bajo profundo, generando un crescendo hasta el final.
III. El joven príncipe y la princesa (Andantino quasi allegretto). También este movimiento, como el anterior, tiene tres partes. Rimsky nos ofrece pistas, para que podamos recrear una bella historia de amor. El Príncipe estaría representado en el suntuoso tema de las cuerdas y la Princesa en el ágil revoloteo del clarinete (tema emparentado con el Sheherazade). La orquestación, soberbia, pone en contrasta la textura de las cuerdas con los timbres de las maderas. La parte central es un allegretto, que sugiere “el viaje de la Princesa en un palanquín”; es una maravillosa danza oriental, elaborada sobre una variación rítmica del material anterior. Un clamoroso “rubato” de la trompeta nos devuelve al “tempo primo”. En la sección final predominan los instrumentos solistas: se oye una vez más la voz de Sheherazade. La “coda” es cautivadora: las maderas se arremolinan sobre “pizzicatos” de la cuerda y una percusión centelleante.
IV. Fiesta en Bagdag. El mar. La nave encalla. Conclusión (Allegro molto). Tras una introducción, que presenta a Shariar impaciente y a Sheherazade respondiendo sin perder la calma, el movimiento se ajusta a la forma de “rondó con variaciones”. El tema principal es una danza ingrávida, que conduce a llamaradas crepitantes de las trompetas y a intervenciones vigorosas del “tutti” orquestal desarrollando la melodía del Prícipe Kalendar. Las estrofas retoman temas anteriores, como el “allegretto-palanquin” y las fanfarrias de Kalendar del movimiento III. La última aparición del tema principal presenta a unas trompetas frenéticas, describiendo al barco de Simbad sacudido por la tormenta. Cuando el barco encalla en las rocas, se oyen gritos estremecidos de los bajos y el tañido fatídico del tamtam. La obra concluye recobrando la calma en un diálogo afable entre los dos protagonistas. Pero la voz del altivo Shariar ya no suena con la ferocidad del comienzo. Ha sucumbido al encanto de Sheherazade. Ahora conversa con suavidad, asumiendo la superioridad de la mujer (de esta particular mujer) y dejando traslucir su pasión por ella.
West Side Story, quizá la obra más conocida del compositor, pianista y director de orquesta norteamericano Leonard Bernstein, está basada en el libreto de Arthur Laurents, con letras de Stephen Sondheim. Se estrenó en el Winter Garden Theater de Broadway (Nueva York) el 26 de septiembre de 1956 y tuvo un enorme éxito. La obra es una maravillosa conjunción de bellísimas canciones, una música genial, impulsividad, amor, ritmo y lirismo.
West Side Story se estrenó en Broadway en 1957, marcando un cambio en la historia de los musicales norteamericanos al ser el primero en narrar una historia trágica en una comedia musical. Relata la historia de una pareja de jóvenes, Tony y María, que se enamora en un baile aunque pertenecen a pandillas rivales. Ella es puertorriqueña (Los Sharks) y él anglosajón (Los Jets). En una funesta pelea muere el mejor amigo de él y el hermano de ella, lo que provoca una oleada de venganza que termina con la vida de Tony y el regreso de María a Puerto Rico.
El musical fue innovador por los bailes, que forman parte de la acción dramática, por la muy variada música de Bernstein (ritmos latinos, jazz y canciones de amor de gran belleza melódica) y por el argumento, inspirado en “Romeo y Julieta”, de Shakespeare.
Una de las más famosas canciones de esta obra es América, donde se contraponen dos ideas: la ilusión por la libertad, la modernidad y el consumismo de los emigrantes al llegar a Estados Unidos, frente al desengaño ante la marginación racial y la pobreza. La puesta en escena de “América” sitúa la acción en una azotea donde los miembros de una pandilla puertorriqueña y sus novias charlan sobre su vida en Estados Unidos.
La obra de Bernstein fusiona la música clásica y la música popular, tomando como material una serie de manifestaciones musicales contemporáneas como el jazz, la salsa y otros ritmos latinos. Debido al éxito del espectáculo, Bernstein realizó una versión de concierto con los números de baile, enriqueciendo su orquestación y organizándolos en las Danzas Sinfónicas de West Side Story, estrenadas en 1960.
Las danzas sinfónicas están compuestas por los siguientes movimientos:
La versión cinematográfica de West Side Story es un logro absoluto del cine y uno de los musicales más maravillosos jamás filmados. Las “Danzas Sinfónicas” son una suite basada en esa obra. Su estreno tuvo lugar el 13 de febrero de 1961 con la Filarmónica de New York dirigida por Lukas Foss. Las “Danzas Sinfónicas” están dedicadas a Sid Ramin, el autor de la orquestación de la partitura original junto a Irwin Kostal.