La editorial navarra Mintzoa ha adquirido un libro suizo de 1610 con cien palabras en euskera, que demuestra que el idioma apenas ha variado en todo este tiempo
Gracias a una "fiel" red de colaboradores repartidos por todo el mundo, Aritz Otazu y el resto del equipo de la editorial Mintzoa tratan de dar con libros perdidos que sean parte de la historia navarra y de la cultura vasca. Su último hallazgo llega desde Italia: un ejemplar editado hace más de 400 años en Zúrich que reúne 130 idiomas minoritarios entre los que está el euskera.
¿Cómo les llega el aviso de la existencia de este libro?
–Nosotros, la editorial Mintzoa, llevamos prácticamente 40 años comprando y vendiendo ejemplares de la historia navarra. Gracias a ello, ya conocíamos la existencia de este libro en Turín, en casa de un noble, pero no quería venderlo. Después de muchos años, en febrero llamó para finalmente hacerlo. Y como nos dedicamos a esto, evidentemente, lo compramos.
¿Saben por qué tenía este noble un libro así en su biblioteca?
–No nos suelen dar información de ello, pero imagino que, al ser una biblioteca enorme y tenerla descatalogada, habrá muchas joyas más. Seguramente los tenga porque han ido pasando de padres a hijos, de abuelos a nietos...
El libro es un repaso a lenguas minoritarias, entre las que está el euskera.
–Sí. La primera obra que se hizo en euskera es de 1545 y la siguiente es el Nuevo Testamento, que ya es de 1571. Además, se conoce la existencia de una obra de 1561 que está desaparecida y luego ya pasamos a libros con alguna palabra en euskera como el de Buenaventura Vulcano y esta obra, de 1610. Se trata de una revisión de Kaspar Waser de un libro anterior de 1555, al que añade estas cien palabras en euskera, además de hablar del pueblo de los vascones. Se trata, por lo tanto, de una obra publicada en Zúrich, escrita en latín clásico y cuyo hallazgo es algo espectacular, sobre todo para que la gente sepa de qué estamos hablando. Hasta ahora solo algunos académicos conocían su existencia.